Muchas veces pensamos que «con lo que sabemos es suficiente» y nos encontramos con que esta forma de pensar justifica nuestra apatía y nuestra inmovilidad (mental y casi fisica)
Pero, ¡atención!
Suenan nuestras alarmas…
Y en ese momento debemos pararnos a pensar y valorar ¿es ésto lo que queremos?
En estas circunstancias me encontraba yo, buscando respuestas y «rascando» en mi interior, deseando fortalecer mi vocación por la Psicología, cuando decidí recordarme a mi misma qué me había llevado a no querer ser otra cosa que LO QUE SOY.
Cojí mis libros de Daniel Goleman, transportándome así al siglo pasado: quitándome de encima 15 años, y multiplicando por 1.000 la ilusión que viví entonces y que ahora «revivo» con alegre nostalgia…
Uno decide parar y cuestionarse su vida, adaptádola al aquí y al ahora, a las nuevas realidades que vivimos… sin dejar nunca de lado la ilusión por el mañana.
He parado, he reflexionado, y he decidido RECICLAR: mis aprendizajes, mis ilusiones, mis objetivos… y sobre todo, HE RECICLADO MI ACTITUD, vuelvo a DISFRUTAR.